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  • Última modificación de la entrada:febrero 10, 2024
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En España, la problemática de la ocupación ilegal de viviendas ha alcanzado proporciones preocupantes, como evidencian los datos del Ministerio del Interior. Entre 2018 y 2021, las denuncias anuales aumentaron de 12.214 a 17.274, y prácticamente a diario nos encontramos con noticias que informan sobre nuevas ocupaciones.

Este fenómeno no distingue entre viviendas vacías, pisos de vacaciones o residencias habituales. A la par del crecimiento de las okupaciones, la indefensión de los propietarios se agiganta, llegando incluso a situaciones donde son denunciados por quienes ilegalmente ocupan sus inmuebles.

Ante esta problemática, surge la pregunta: ¿Qué acciones puedes emprender si tu hogar es ocupado?, ¿Es suficiente con denunciar para recuperar la propiedad?

En este artículo, vamos a darte consejos fundamentados en la experiencia de expertos en la materia, abordando tanto la prevención de la ocupación como las medidas a tomar si te encuentras en la difícil situación de que alguien viva ilegalmente en tu propiedad.

¿Es legal que tu vivienda sea ocupada en España?

En territorio español, la ocupación de viviendas se encuentra en clara contradicción con la legalidad, constituyendo un delito con repercusiones legales. Quien lleva a cabo la ocupación sin la debida autorización de un inmueble, ya sea una vivienda o un edificio ajeno que no constituya su residencia habitual, se expone a enfrentar una sanción que va desde tres a seis meses de multa.

En el caso específico de un particular que ingresa o se mantiene en una residencia ajena sin la autorización del propietario, y contra la voluntad de este último, la legislación establece que dicho acto será penado con una condena de prisión que oscila entre seis meses y dos años.

Adicionalmente, la ocupación de una vivienda ajena llevada a cabo con violencia o intimidación conlleva penas más severas, establecidas en el artículo 245 del Código Penal. En estos casos, se prevé una condena de prisión que va de uno a dos años, además de las penas correspondientes por las violencias ejercidas durante el proceso de ocupación.

La normativa vigente busca proporcionar un marco legal claro y disuasorio para proteger los derechos de los propietarios y garantizar la seguridad jurídica en materia de ocupación ilegal.

¿Cómo debemos actuar los propietarios de viviendas según la policía?

La Policía Nacional ofrece un protocolo claro sobre cómo proceder ante la ocupación ilegal de viviendas, brindando directrices esenciales tanto para los propietarios como para los vecinos que puedan verse afectados por esta situación. En primer lugar, ante el descubrimiento de una ocupación, se recomienda llamar de inmediato al teléfono de emergencia 091.

Este paso no solo está reservado a los propietarios, sino que también puede ser realizado por vecinos u otras personas que sean testigos del hecho.

En el caso específico de los propietarios, la Policía aconseja recopilar los datos personales de los testigos que hayan presenciado la ocupación. Sin embargo, enfatiza la importancia de no cortar los suministros básicos, como luz, agua y gas, ni de impedir la entrada a quienes hayan ocupado la vivienda después del hecho. Estas acciones podrían constituir un delito, por lo que es fundamental evitarlas.

Para los vecinos, se sugiere evitar confrontaciones directas con las personas que han ocupado el inmueble. En lugar de ello, la Policía recomienda grabar la ocupación desde un lugar seguro, si es posible, y notificar de inmediato al propietario de la vivienda.

Además, se establecen cinco situaciones específicas en las cuales se debe contactar con la Policía: la presencia de personas ajenas en actitud sospechosa, ser testigo de una ocupación, observar manipulaciones en cerraduras, ventanas o cámaras de seguridad, detectar indicios como hilos de silicona, testigos de plástico/papel o marcas extrañas en la puerta o el marco, o hallar manuales de ocupación en internet u otros medios.

Seguir estos lineamientos proporcionados por las autoridades es crucial para una actuación eficiente y legal en casos de ocupación ilegal de viviendas.

10 consejos para prevenir que tu casa sea ocupada

Frente al creciente fenómeno de ocupaciones ilegales, expertos legales e inmobiliarios sugieren una serie de medidas preventivas que pueden resultar fundamentales para evitar que tu propiedad sea objeto de okupación o facilitar su recuperación en el menor tiempo posible.

Aquí te presentamos algunas recomendaciones clave:

Instalación de alarmas y cámaras

La presencia de alarmas y cámaras actúa como un fuerte disuasivo contra la intrusión en la vivienda, proporcionando una capa adicional de seguridad para el propietario. Estos sistemas alertan inmediatamente ante la presencia de un intruso, permitiéndote tomar medidas rápidas y notificar a la policía para iniciar el proceso de desalojo.

Es esencial ubicar la caja de la alarma en un lugar alejado y discreto para evitar su destrucción fácil.

Poner puertas con sistemas “antiokupación”

En el mercado existen puertas de acero, cuya demanda aumenta significativamente, que se instalan de forma provisional para evitar el asalto a viviendas desocupadas. Asegurarse de proteger no solo la puerta principal, sino también todos los posibles accesos, como puertas y ventanas, es crucial.

Informa a los vecinos y al administrador de fincas de cualquier ausencia prolongada o de cualquier sospecha de ocupación ilegal

Los vecinos pueden ayudarte a vigilar la vivienda y alertar a la policía en caso de detectar alguna irregularidad.

Mantener una red de vecinos de confianza que estén al tanto de tu ausencia y tengan tu número de teléfono puede ser invaluable. En caso de cualquier incidencia, contar con la colaboración de un vecino alerta puede facilitar la comunicación temprana al propietario.

Evitar que sea fácil la ocupación

Evitar dejar copias de llaves en lugares evidentes como buzones, macetas o felpudos. También es crucial no divulgar información sobre ausencias prolongadas en redes sociales, correos electrónicos o teléfonos, para no dar pistas sobre la vulnerabilidad de la vivienda.

Tener copia de la documentación de la casa

Ante la posibilidad de no poder acceder a la documentación original, se recomienda tener copias digitalizadas de escrituras, contratos de arrendamiento y empadronamiento almacenadas en dispositivos móviles, ordenadores portátiles o en la nube.

Esta precaución agilizará el proceso en caso de tener que denunciar la ocupación.

Realizar vídeos del estado del inmueble

Grabar vídeos del estado de la vivienda antes de una ausencia prolongada puede resultar útil en caso de presentar una denuncia. Estos vídeos sirven como evidencia visual del estado original de la propiedad, fortaleciendo la posición del propietario en el proceso legal.

Mantén tu vivienda en buen estado y con apariencia de estar habitada

Esto significa que debes cerrar puertas y ventanas con llave, mantener el jardín o terraza limpios y retirar el correo del buzón regularmente.

Visita la vivienda con frecuencia o encarga a alguien de confianza que lo haga

Una medida fundamental para prevenir la ocupación ilegal de tu vivienda es realizar visitas periódicas o designar a alguien de confianza para que lo haga en tu ausencia. Mantener una presencia activa en tu propiedad disuade a posibles okupas y permite identificar cualquier actividad sospechosa a tiempo.

Durante estas visitas, asegúrate de verificar el estado de las cerraduras, ventanas y cualquier punto de acceso. Si notas algún signo de manipulación o intento de ocupación, podrás tomar medidas preventivas de inmediato. Además, mantener un contacto regular con vecinos o personal de seguridad en la zona puede fortalecer la vigilancia y alertar sobre cualquier anomalía en tu ausencia.

La visita frecuente o la supervisión confiable contribuyen a crear un entorno menos propicio para la ocupación ilegal y brindan la oportunidad de abordar cualquier problema de seguridad de manera proactiva.

No publiques en las redes sociales información sobre tus ausencias o sobre tus viajes


Es crucial evitar compartir detalles sobre ausencias o viajes en redes sociales para prevenir la ocupación ilegal de tu vivienda. Publicar información precisa sobre fechas y duración de tus desplazamientos puede exponer tu propiedad a riesgos, ya que los okupas podrían aprovecharse de esta data para ocupar la vivienda en tu ausencia.

Ajustar la configuración de privacidad y compartir planes de viaje solo con personas de confianza son medidas efectivas para resguardar la seguridad de tu hogar y reducir las posibilidades de enfrentar una ocupación no deseada.

Contratar un servicio de mantenimiento o limipieza

Contar con un servicio de mantenimiento o limpieza periódico para tu vivienda no solo asegura su buen estado, sino que también crea una presencia activa que disuade a posibles okupas. La regularidad en el cuidado del inmueble refuerza la impresión de ocupación legítima y reduce la probabilidad de que la propiedad sea objetivo de ocupaciones ilegales.

¿Cómo echar a los okupas?, 5 consejos ante una ocupación

La ocupación ilegal de viviendas se ha convertido en uno de los problemas más acuciantes desde el inicio de la crisis económica. Ante esta situación, es crucial contar con estrategias efectivas para recuperar la posesión de tu propiedad.

Aquí te presentamos 5 consejos fundamentales que debes tener en cuenta:

Solicitud de recuperación

Inicia el proceso presentando una denuncia en la Policía de manera inmediata. Si logras demostrar que los okupas han ocupado tu inmueble en las últimas 48 horas, la policía puede proceder al desalojo sin necesidad de una orden judicial. En caso contrario, deberás interponer una demanda, ya sea vía civil por desahucio o vía penal por delito de usurpación de bienes inmuebles.

Identificación de okupas

Al presentar una demanda, es necesario identificar a los ocupantes. Aunque la demanda puede dirigirse genéricamente contra los desconocidos ocupantes, se deben utilizar todas las tácticas disponibles para identificar a los okupas.

La colaboración de los agentes de la autoridad puede ser crucial en este proceso.

Auto judicial no recurrible

Una vez admitida la demanda, se notificará a los okupas, dándoles un plazo de 5 días para presentar algún título que justifique su estancia en la vivienda. Si no presentan un título válido, se dictará la orden de entrega del inmueble y se fijará la fecha del desalojo.

Esta decisión judicial no será recurrible y será directamente ejecutable.

Intervención de servicios sociales

Cuando se fije la fecha del lanzamiento, se informará a los servicios sociales para abordar posibles situaciones de vulnerabilidad. Se ofrecerá a los ocupantes la opción de notificar a los servicios sociales, permitiéndoles tomar medidas de protección adecuadas en casos de vulnerabilidad.

Sentencia y desalojo

Si la sentencia es favorable y no se ha ejecutado el desalojo cautelar, el propietario puede instar su ejecución de inmediato, sin esperar el plazo de 20 días establecido por la Ley de Enjuiciamiento Civil. Esto posibilita el desalojo en un tiempo más breve, permitiendo al propietario recuperar su vivienda en unos pocos días.

Estos consejos proporcionan una guía práctica para afrontar el desafío de la ocupación ilegal y facilitan el proceso legal para recuperar la propiedad de manera efectiva.

¿Cuánto se tarda en echar a un okupa?

Según las estadísticas proporcionadas por el Consejo General del Poder Judicial, el tiempo promedio para desalojar a un okupa en España asciende a 18,1 meses. Sin embargo, es importante destacar que este plazo puede variar según la comunidad autónoma en la que se encuentre la vivienda, ya que algunas regiones cuentan con procedimientos judiciales más expeditos.

En la Comunidad Valenciana el tiempo medio para desalojar a un okupa se reduce a 11,3 meses.

El proceso de desalojo de un okupa consta de dos fases claves:

Fase judicial: Se inicia con la presentación de una demanda de desahucio por ocupación ilegal ante el juzgado correspondiente. En una vista, el juez escucha los argumentos de ambas partes y emite una sentencia. Si esta favorece al propietario, se dicta un auto de lanzamiento, ordenando a los okupas abandonar la vivienda.

Fase de ejecución: Comienza con la notificación del auto de lanzamiento a los okupas, otorgándoles un plazo de 10 días para desalojar voluntariamente. En caso de incumplimiento, la policía procede al desalojo forzoso. Si los okupas resisten, el propietario puede solicitar al juez la autorización para el uso de la fuerza.

Consejos para agilizar el desalojo de un okupa

Presentar la demanda a la mayor brevedad: Iniciar el proceso legal tan pronto como sea posible acelera la emisión de la sentencia y facilita el desalojo.

Aportar documentación completa: Acompañar la demanda con toda la documentación que respalde la propiedad de la vivienda y la ocupación ilegal fortalece el caso del propietario.

Colaborar con la policía: La cooperación activa con las fuerzas de seguridad durante el proceso de desalojo es crucial para su eficacia.

Siguiendo estos consejos, se puede optimizar el proceso de desalojo de un okupa y recuperar la vivienda en el menor tiempo posible, aunque la duración puede variar dependiendo de diversos factores jurídicos y geográficos.

Consecuencias de entrar a la fuerza en una casa con okupas

La ocupación ilegal de una vivienda no justifica tomar la justicia por cuenta propia, como cambiar cerraduras, desalojar a los ocupantes por la fuerza o ingresar a la vivienda para vaciarla de sus pertenencias. Estas acciones, aunque motivadas por la legítima defensa de la propiedad, pueden acarrear graves consecuencias legales para los propietarios.

El ingreso forzoso a una vivienda ocupada ilegalmente puede resultar en procedimientos penales, ya que el artículo 18.2 de la Constitución Española establece la inviolabilidad de cualquier domicilio.

Los propietarios que recurran a acciones como el allanamiento de morada o coacciones pueden enfrentarse a consecuencias legales significativas.

Además, se podría imputar un delito de realización arbitraria del propio derecho, según el artículo 455 del Código Penal. Este artículo penaliza a aquellos que, para ejercer un derecho propio, actúen fuera de las vías legales, empleando violencia, intimidación o fuerza en las cosas. Las penas por este delito incluyen multas de seis a doce meses, y aumentan si se utiliza violencia o intimidación con armas u objetos peligrosos.

Es crucial buscar asesoramiento legal y seguir los procedimientos adecuados para abordar la situación de manera efectiva y legal.

¿Qué derechos tienen los okupas?

La ocupación de una vivienda ajena sin el consentimiento del propietario y sin un acuerdo de contraprestación constituye un delito. Sin embargo, cuando alguien se instala como okupa, se pueden derivar ciertos “derechos” de la situación:

Los okupas tienen el derecho de no ser desalojados de la vivienda sin una orden judicial, a menos que se cumplan ciertas circunstancias. En general, este derecho se aplica si la vivienda no es la primera residencia del okupa o si se presenta una denuncia después de transcurridas 48 horas desde la ocupación.

Derecho a que la vivienda sea considerada su morada: Si los okupas cambian la cerradura de la puerta, la vivienda puede considerarse su morada. Esto implica una protección adicional en términos legales.

Derecho a que el propietario no pueda forzar la puerta: Una vez que la vivienda se considera la morada de los okupas, el propietario no tiene el derecho de forzar la puerta para acceder a la propiedad.

Derecho a mantener los suministros básicos: A los okupas no se les puede cortar el suministro de servicios básicos como agua y luz. El propietario sigue siendo responsable de los pagos asociados con estos servicios, incluso si la vivienda está ocupada ilegalmente.

Es importante destacar que estos “derechos” no legitiman la ocupación ilegal ni eximen a los okupas de las consecuencias legales. La ley establece límites y condiciones para proteger los derechos de los propietarios mientras garantiza un trato justo en ciertas circunstancias específicas.

¿Se puede denunciar a los okupas?

Sí, los okupas pueden ser denunciados ante la policía por dos delitos:

Allanamiento de morada: Este delito ocurre cuando una persona entra en una vivienda sin el consentimiento del propietario o poseedor legítimo. La pena por allanamiento de morada es de prisión de seis meses a dos años.

Usurpación: Este delito ocurre cuando una persona se apropia de una cosa ajena sin su consentimiento. La pena por usurpación es de prisión de seis meses a dos años.

¿Cómo denunciar a unos okupas? Para denunciar a los okupas, se debe presentar la denuncia en la comisaría de policía o el puesto de la Guardia Civil más cercano al inmueble ocupado. La denuncia debe ir acompañada de la documentación que acredite la propiedad o posesión legítima de la vivienda, así como de cualquier otra prueba que pueda ayudar a identificar a los okupas.

Si la denuncia es admitida a trámite, la policía iniciará una investigación para identificar a los okupas y determinar si han cometido un delito. En caso de que la investigación concluya que los okupas han cometido un delito, la policía podrá proceder a su detención.

Además de la denuncia ante la policía, el propietario también puede presentar una demanda de desahucio por ocupación ilegal ante el juzgado correspondiente. Aunque el proceso de desahucio es más largo que el proceso penal, puede resultar en el desalojo de los okupas. En resumen, sí, los okupas pueden ser denunciados ante la policía por allanamiento de morada y usurpación.

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